Cuaresma de la fe No. 23

Por P. Pedro Jaramillo

 

4ª SEMANA DE CUARESMA: LUNES

PRIMERA LECTURA: Isaías 65, 17-21

“Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; de lo pasado no quedará recuerdo ni se lo traerá a la memoria”

Reflexión bíblica:

El Señor que creó puede re-crear. Dios creó el mundo y “creó” también al pueblo. Él lo formó. La infidelidad del Pueblo de Dios se parece a un volver de nuevo al “caos”, a ser “no-pueblo”. Fue una experiencia frecuente en Israel: la dura experiencia de la infidelidad.

Pero,el Señor re-crea: “voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva”. Hay un pasado de “caos”, pero “de lo pasado no quedará recuerdo ni se lo traerá a la memoria”. Por eso, lainvitación a la alegría. La “alegría de la salvación” del salmista que se hace “alegría de nueva creación” en el profeta. La alegría es mutua: Jerusalén se alegrará por la nueva creación (la salvación); Dios se alegrará por la Jerusalén salvada. “En ella, ya no se oirán gemidos ni llantos”. Habrá vida, hogar y frutos.

SEÑALES PARA EL CAMINO DE LA FE

• La fe es semejante también a una “nueva creación”. San Pablo habla de la “criatura nueva” que la fe en Jesucristo hace de nosotros. La experiencia de la fe es la de “lo nuevo que está brotando” en el corazón del creyente.

La oferta de la fe es salvadora.Y la experiencia de la fe es la salvación. No existirá una fe verdadera si no cae en un corazón “inquieto” por saberse necesitado de plenitud. La acertada expresión de San Agustín: “nos hiciste, Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en ti”. Nos hiciste y nos re-hiciste.

• Desde ese horizonte de ser “hombres y mujeres nuevos” por la fe, la vida del creyente se veinvadida de “la alegría de la salvación”. Nunca es una alegría ingenua. La que se queda solo en frases hechas: “ya somos salvos”. Es la alegría de quien siente que su vida va madurando en el Señor, incluso con dificultades. Sencillez de la fe no significa ingenuidad de la fe. Una fe ingenua es la “antesala del ateísmo”.

EVANGELIO: Jn 4, 43-54

«El hombre creyó lo que le decía Jesús y se puso en camino”

Reflexión bíblica:

No hay mayor re-creación que volver a dar vida. El relato de la curación del hijo del funcionario real es una expresión de que Jesús re-hace la vida de los hombres.

Son interesantes dos momentos en los que se describe la actitud del funcionario real: el v. 48 es un reproche de Jesús a alguien (el funcionario) que no cree, si no ve signos y prodigios. Esta motivación para la fe, Jesús la consideró siempre muy imperfecta. Pero, en el v. 51, se dice del mismo funcionario real: “el hombre creyó y se puso en camino”.

En la mente de Juan, la expresión puede tener un significado más hondo que el simple ponerse a caminar. Se puede entrever el camino de la fe. De hecho, una vez que el milagro se ha realizado, se vuelve a repetir: “creyó él con toda su familia”. En este segundo momento de fe, el milagro ha entrado ya en su contexto apropiado: el contexto de la fe, que ha hecho su camino.

SEÑALES PARA EL CAMINO DE LA FE:

La fe es inmadura cuando la hacemos depender de sucesos extraordinarios, cuando la introducimos en el ámbito de la milagrería y del espectáculo. La queja de Jesús es fuerte: si no ven signos y prodigios, ustedes no creen.

• Jesús, sin embargo, declarará dichosos a los que, sin ver, han creído. Nuestra fe es un verdadero acto de confianza, “dar crédito” a Alguien de quien nos fiamos y a quien nos confiamos. Y no lo hacemos desde la irracionalidad. Lo hacemos desde “las razones del amor”.

La fe no “se tiene” como algo estático. La fe recorre su camino: es dinámica. Si no la avivamos, se muere; si no la cuidamos, se diluye; si no la actuamos en la caridad, queda infecunda: “el hombre creyó lo que le decía Jesús y se puso en camino”. El camino de la fe, cuyas señales estamos recogiendo.

Acerca de abpguatemala

Sección de Animación Bíblica de la Pastoral de la Conferencia Episcopal de Guatemala.
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